miércoles, 5 de marzo de 2008

Hermanos normales de niños especiales


Venía pensando a raiz de vuestros comentarios a mi ultimo escrito, que eso de ser padres de un niño con necesidades especiales es realtivamente sencillo... si lo comparamos con el ser padre de un niño con necesidades especiales y otro u otros niños neurotípicos. He estado pensando cómo lo haría yo de tener esa situación, y con honestidad os digo que se me antoja tarea complicada.

Como decía contestando a un comentario anterior, pienso que quizás extremando el cariño hacia los hijos neurotípicos durante los primeros años y explicando lo explicable según la edad de los niños una vez llegado el momento. Que es muy pronto, no nos engañemos. Los niños entienden y perciben infinitamente más cosas de las que a nosotros los padres nos parece. Seguro que a todos os ha pasado, que de repente un día te sorprendes al ver que tu hijo hace o dice no-se-qué cuando tú realmente pensabas que estaba a por brevas... Un tema en el que los padres se sorprenden mucho es el de la educación sexual. Yo tengo una amiga del colegio a la que todavía sigo enganchada y a la que quiero mucho, que tiene 4 hijos, y que empezó a darle nociones de educación sexual a su primera hija... no recuerdo cuando, pero MUY pronto. Y me contaba que la niña lo entendia todo y lo asimilaba con una naturalidad pasmosa. Que ella se comía el tarro de cómo le diría qué, y luego la niña con toda naturalidad lo asimilaba y punto.

Quizás esa es una de las ventajas de tratar con niños, que aún no están maleados por las visicitudes de la vida, que son mucho más inocentes, que no malinterpretan, que no prejuzgan. Y cuanto más pequeños son, más fácil. Por eso pienso que quizás el conseguir una comunicación fluída, natural y sincera con los hijos normales acerca de la situación, circunstancias y necesidades del hermano especial, ayude a evitar malos entendidos, malas interpretaciones, y en definitiva a suavizar las relaciones entre hermanos y a evitar algunos sufrimientos innecesarios. Pero remarco que yo no he puesto en práctica esta teoría y que por lo tanto no hablo desde mi personal experiencia sino desde mi personal intelecto...

La participación de los hermanos en la medida de lo posible en las tareas extra que requiera el hermano especial, quizás también ayude a suavizar el tema. Pienso un poco en la comparación de la familia con un equipo, en el que todos dependen de todos. Cada uno tiene su función dentro del equipo, pero la victoria del equipo (y de cada uno de sus miembros) pasa por el trabajo colectivo de todos. Hay gente que compra a sus hijos mascotas para educarlos en el respeto a otros seres vivos y en la responsabilidad hacia un tercero que depende de ti. No estoy pretendiendo equiparara un niño con necesidades especiales con un cachorro de pastor alemán, confío en que eso se ha entendido, pero sí que es cierto que puede ser de ayuda (bien enfocado) para los hermanos neurotípicos para desarrollar virtudes por otra parte fundamentales para todos nosotros como personas que somos.

El niño con necesidades especiales debería, desde este punto de vista, tener también y en la medida de sus posibilidades, una tarea o función en el equipo del que forma parte. Eso les ayuda a sentirse integrados en el grupo (en este caso familiar) y les da seguridad. Os pongo un ejemplo tontísimo pero real. Ahora por razones varias que no vienen al caso, estoy viviendo con mi padre unos meses, y cuando mi padre bendice la mesa antes de comer, Satya tiene que decir "amén" en dos momentos concretos. Bueno, pues que se te ocurra saltártelo y decirlo tú... No señor, el "amén" es SU parte y la dice él; faltaría... Como este pequeño ejemplo tantos miles...

Hasta aquí mi opinión sobre el tema. Pero por favor los que estais en situaciones reales de este tipo, contadnos qué haceis y cómo. Toda idea ayuda a alguien.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, yo soy de otra época y soy casi 5 años mayor que mi hermano y somos sólo los dos. A lo mejor en familias más numerosas la carga se distribuye mejor.
Mi caso fue como te conté.
Mi madre me involucró desde temprano en la evolución de mi hermanito y me pasaba muchas horas con él en sus rehabilitaciones jugando con niños con casos más severos, pero a decir verdad estaba tan obligadita a ser apoyo que en silencio me hartaba ¿y mis pasatiempos? ¿y mis inquietudes? ¿y mis logros?
Entonces yo me "vengaba" en los juegos: era tosca y lo maltrataba, no le tenía paciencia o lo sacaba de sus casillas, lo que hiciera falta.
Sin embargo no dejaba que nadie más se meta con él. Lo defendía de todo mundo y me peleaba con quien sea.
Una situación casi casi de amor/odio que fue cambiando con el tiempo. Una va madurando y se da cuenta que él recibió toda la atención porque la necesitaba y yo era también muy amada por mis padres. Aunque a veces me pregunto si no me quedarán heridas de eso.
(Y esto parece un diván)

Isa dijo...

Margarita,
He visto que habia otro comentario tuyo a este respecto, pero no me dejaba leerlo, y finalmente tampoco me ha dejado publicarlo, sencillamente se ha desvanecido...creo...
Ya lo siento...

Besos,
Isa

Unknown dijo...

It looks wonderful. I wish i could read it all. Knowing the way you write in english it nust be beautiful honey really beautiful.

Furthest
Kev